Requisitos
Ninguno. No hay excusa. Si puedes respirar, puedes bailar. Hemos tenido estudiantes de toda la gama de diversidad. Aquí han gozado ciegos, sordos, personas en silla de ruedas, extranjeros, altos, bajitos, flacos, gorditos, niños, viejitos, millonarios, pelaos, hasta con con yesos y prótesis. Ya llevamos más de 40,000 estudiantes. Es en serio: ¡no hay excusa! Ya que cada cual aprende a un ritmo distinto, durante la clase tenemos instructores auxiliares que podrán brindarte atención personalizada.